Popular Post

Archive for 2014

¿De qué diantres hablas?

By : Conejito de la chistera
Se está perdiendo la sensibilidad.
A ritmos increíbles, a velocidades que se escapan de nuestra consciencia. Se está perdiendo la moral, el respeto, la naturaleza humana se está volviendo cada vez más primitiva.
Cambiamos, avanzamos científica y tecnológicamente, la moral humana que nos diferenciaba del animal se está volviendo cada vez más primitivo.
Somos animales con capacidad de pensar, recordar y sentir alguna que otra cosa, que inventan o hacen uso de algo. Animales egoístas que únicamente piensan en sí mismos y en poder ser quienes más llamen la atención. Dueños del mundo capaces de dominar finalmente a la naturaleza (o que eso creamos) esperando a que con el paso de los años, existan máquinas que puedan curar nuestras enfermedades, educar a nuestros hijos y atender nuestras necesidades.
Después de eso, ¿dónde está esa búsqueda del alma? ¿porqué hay quienes se ríen cuando lo pregunto? ¿porqué hay quienes no lo entienden? ¿porqué hay quienes no se lo preguntan?


La edad contemporánea: el avance de la pereza. Tan atractivos son los medios a nuestros alrededores, que a veces se nos olvida atender nuestra propia naturaleza. ¿No hemos avanzado pues, al paso de los años, siglos y milenios, a base de la observación, experimentación, el arte y la reflexión?

Ahora somos imitadores. Quizás más que antes. Buscamos ser héroes, que nos admiren, integrarnos pero que juzguen lo especiales que somos, sobresalir de los demás ya sea para bien o para mal. Criticamos codicias y defectos ajenos disimulando los nuestros (que a menudo suele ser igual), imitamos, nos pintamos, nos vestimos y hablamos de tal forma que más atractivo pueda parecer (mayormente en la adolescencia). Nacemos intentando siendo reyes, personas que realmente no somos, creemos que sabemos más de lo que realmente podemos saber, queremos ser queridos, que nos presten atención.
Queremos que nos entiendan, queremos que vivan por nosotros, que nos recuerden, conectarnos al mundo, que nos conozcan, hacer reír, que nos hagan reír, integrarnos en una globalización, o escapar de ello, ahogarnos en películas, en vídeos, en videojuegos, en el sexo, en el placer, en la negatividad en algunos otros casos, en el deseo de querer tener una vida totalmente fácil y resuelta, sin saber cómo enfrentarnos a la vida terminando por no valorar todo lo que tenemos alrededor, que nos resuelvan la vida …


Pienso que cada día que pasa somos más egoístas. Nos ensimismamos buscando desesperadamente ser queridos, aceptados o simplemente encajar en un mundo totalmente falso y artificial.
Olvidamos la sensibilidad, ¿qué hay del sentir? ojalá pudiera alguna vez poder conversar sobre sentimientos con mi grupo de amigos. En lugar de ello, se habla sobre objetivos materiales, sobre críticas a personas ajenas… ojalá pudiera hablar de sueños, de metas, de preocupaciones sin tener que buscar un espacio y tiempo especial para poder hablar de ello. Ojalá me pudieran contar cómo se sienten ellos, qué les molestan o qué les gustarían hacer. ¿Por qué tanta la excesiva manía de guardar todo bajo la alfombra?. ¿No es más lógico que, si bien queremos ser queridos, no deberíamos querer nosotros primero?
¿Porqué los sentimientos deben siempre ir tan escondidos de forma que, si lloramos se nos llaman débiles? ¿no es lo mismo que sonreir? ¿un sentimiento más? ¿es una vergüenza sentir? ¿y no es pues una capacidad del ser humano tan natural como el comer?

Nos estamos volviendo tan simples y primitivos, que incluso aquellas personas que intentan no quedarse atrás y pensar un poco, acaban repitiendo lo mismo que una vez dijeron otros pensadores tiempo atrás, en lugar de pensar por nosotros mismos.

Es más fácil encontrar petróleo en una lata de cocacola, que a un buen médico.

By : Conejito de la chistera
Indignada me hallo.

Como muchas otras personas, hoy y desde hace un año se sabe que padezco TDA (transtorno déficit de atención).
Para haceros una idea; hasta lo que puedo saber y decir, el déficit de atención es un trastorno en base a nivel neuronal del que aún se desconocen totalmente los motivos de su aparición, pero son identificados por la dificultad a la hora de emplear acciones ordenadas, prestar atención al momento que debemos, memorizar, escuchar y seguir una conversación, y desenfocar o seleccionar los elementos o acciones que debemos de realizar  justo en su momento, así como la dificultad de organización y el descontrol interno de ideas, pensamientos y reflexiones que finalmente acaban olvidados. El problema físico se encuentra en la córtex pre-frontal de nuestro cerebro (encargado de cómo planificar una acción), e impidiendo la captación y producción suficientes de los neurotransmisores "dopamina" y "noradrenalina".
Queda muy bonito dicho en palabras pseudo científicas, pero para que se entienda mejor, aquí os dejo un vídeo bastante bueno de cinco rápidos minutos de una psiquiatra especializada y padeciente de dicha enfermedad donde nos explica brevemente algunas de las cosas que personas con tda padecemos.



Actualmente y desde que  fui psiquiátricamente tratrada, estoy medicándome a base de concerta (metifenidato), lo que viene siendo el "focusyn" de los Simpsons. Capaz de facilitar mi capacidad de atención y memoria durante las 10  o 12 horas que tiene de duración la pastilla al día.
Normalmente, cuando éste transtorno es identificado en niños y éstos son medicados y pedagógicamente tratados, al llegar a la edad adulta su deficiencia es casi imperceptible o muy disminuída. Pero si has vivido la mala suerte de ser diagnosticada en la edad adulta, éstas deficiencias serán crónicas. Y por lo tanto, el ingiere de su medicación también.
 
Dejando atrás los aspectos psicológicos y todo lo mal que lo haya podido pasar hasta ser capaz de llevar una vida medio normal gracias a la ingiere de los medicamentos, pasamos a la siguiente dificultad que hoy se me ha presentado y por lo cual estoy tan enfadada.

Cada mes, compro un bote de pastillas de concerta. Cada botecito contiene 30 pastillas, ingiero una sola al día. La medicina cuesta alrededor de 100 euros, aunque gracias a una reciente ley, al ser una enfermedad crónica, sólo me cuesta 20 euros (ya de por si es un gasto bastante difícil con mi situación económica y estudiando artes. Se requeire mucho dinero en material). 
Recibí mucho apoyo tanto de mi primer psiquiatra, psicólogos, familiares, amigos e incluso la rebaja de costes. 

Más tarde me di con un hueso duro de roer. 
No se si ésto va por comisiones como la de casos que ya se conocen por noticias (pagos extras a médicos por no ofrecer bajas laborales) o simplemente tengo mala suerte y me encuentro con personajes incompetentes que o bien no quieren hacer su trabajo, o le gustan mucho tocar los huevos.

Es el caso de mi cita de hoy con el médico.
Era el primer día de visita a cita previa con ésta doctora. Anteriormente, cada vez que agotaba mis pastillas, acudía al médico de cabecera para pedir que nuevamente me las recetara. O bien si la cita con el psiquiatra era próxima a cuando los agotara.

Todo el historial médico psiquiátrico se supone que está presentado dentro del informe clínico. Pues el médico de cabecera anterior ha podido leerlo (y no sólo él, una sustituta que tuve hace unos meses cuando él estaba ausente también, y pudo recetarme la medicina sin problema). 
¡Pero chapó! ésta doctora niega darme la receta de la medicina porque dice "tener poca información" o necesitar de un informe psiquiátrico para poder dármela. 

No sólo eso, también le conté de un problema menstrual que llevo desde niña, me han aconsejado ir a un ginecólogo, pero parece ser que no tengo derecho a una revisión ni saber en qué estado de salud están mis partes íntimas, puestos a que también se negó a darme una cita con el ginecólogo.
Tras eso, largué a casa a por el informe psiquiátrico donde se valora que padezco ésta enfermedad (mas un transtorno de ansiedad) y por si acaso, acudí a la farmacia para ver si tenía alguna receta guardada de concerta en mi tarjeta sanitaria.
Casualmente incluso la farmacéutica pudo ver que debía tomar de forma crónica dicha medicina, y que era imposible que, siendo médico de cabecera, no pudiera ver las medicinas que tomo o dejo de tomar.

Casualmente la doctora, aunque llevara todas sus citas una hora y media tarde, tenía muchos huecos libres, así que pude tomar otra cita ésta misma mañana.
Al llegar, comenté con los demás pacientes mi problema, y que necesitaba esas medicinas sí o si para llevar una vida normal (y para mi estudio). Los demás pacientes, empezaron entre unos y otros a comentar los problemas que habían empezado a tener con sus tratamientos desde que son tratados por dicha doctora.
Desde el problema de haber eliminado totalmente un tratamiento que una persona había estado llevando bastante bien para empezar a empeorar, hasta cambiar totalmente la receta de una persona que había estado medicada y recetada por un especialista agravando su enfermedad. 

Tal que así fue, que mientras esperaba (tenía cita a las 11:40, pude finalmente acudir, a las 13 horas) comenté mi problema en información. Se ve que el hombre al menos pudo entenderlo,  aconsejó que, en el caso de que no me lo recetara, si me encontraba disconforme hablara con el director del hospital.

De nuevo al llegar mi hora entré a consulta. Enseñé el informe médico y ella empezó a leer, por su rostro  juraría que buscara alguna escusa para no dármelo. También le comenté algo sobre la tarjeta sanitaria que en ningún momento me había pedido. Colocándolo sobre la mesa diciéndole que incluso la farmacéutica podía ver que debía tomar de forma crónica esa medicina.
En el informe anunciaba la enfermedad que padecía, los progresos con dicha medicina, y que la debiera tomar. 

¿Sabéis qué dijo?
"No te la voy a dar, éste informe es del año pasado".
¡¿...QUÉ?!
No me jodas, estamos en febrero, y ese informe es de hace meses. 
El informe psiquiátrico fue escrito con el fin de poder obtener a becas  y ayudas (que me fueron denegadas porque me pedían un certificado de minusvalía, el cual llevo esperando para ser valorada en pruebas desde hace unos meses, por lo que ya no podré ser partícipe de esas ayudas hasta el año que viene).
Ni siquiera quiso mirar mi tarjeta sanitaria, y repetía una y otra vez que sólo podía recetármelo el psiquiatra. (El cual no tenía revisión hasta abril puestos a que son revisiones periódicas por ciclos largos para vigilar cómo la medicina está evolucionando. Al decírselo ella dejó caer un comentario fácilmente traducido por un "te jodes"). Le comenté que otros médicos me lo recetaron sin problema, habían podido leer el informe clínico en internet, y el mismo psiquiatra me había dicho que el médico de cabecera también podía recetármelas.
Pero nada, seguía oponiéndose. Y yo ya había ingerido mi última pastilla.

Ahora estoy sin medicinas, es viernes por lo que no pasa nada si el fin de semana me las paso sin ellas, mas soy incapaz de ser útil en mis estudios y clases sin ellas. 
¿Otra opción? Presentar una hoja de reclamaciones contra dicha doctora y hablar con el director del centro médico.

¿A ésto tenemos que llegar los enfermos crónicos para poder obtener las medicinas que NECESITAMOS para poder llevar una vida normal? Lo mejor  es que me quedan tres meses con ella porque nos acabamos de mudar, menos mal que mi medicación no trata de cáncer o similar, porque vamos.... 
Rezaré por no enfermar mientras tanto. 

- Copyright © My story is starting - Date A Live - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -